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martes, 6 de julio de 2010

Capii 2 - novela vampire knight

Hii!! Bueno,a ki les dejo el segundo capi, por ahora voy traduciendo el 4º a español, pero trankis lo terminare rapido ^^ Espero q comenten por fa *-* necesito coments para inspirarme a hacer el siguiente proyecto q m plateé!! ^^ :
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- Uahh….- Fuuka, en las nubes, suspiraba felizmente escondida tras el libro de
texto.
(Mira que conseguir que me inviten a ir al dormitorio de la luna siempre que quiera… ¡Ni en
mis sueños me lo habría imaginado! De ésta forma seguro que consigo entregar mi chocolate la
primera de todas… es más, es posible que consiga dárselo a Kaname-sama directamente…
¡¡¡Uaaa!!!)
A pesar de que estaba en clase, inconscientemente movía los labios.
(Bueno, en ése caso, ¡haré el chocolate a mano! Visto que con un cien por cien de probabilidad
podré entregárselo…)
Fuuka Kisaragi. 16 años. En la flor de la vida.
(¿Pero a Kaname-sama le gustarán los dulces? Más que algo dulzón quizá sería mejor que
preparara algo un poco amargo… O un pastel de chocolate…)
En ésa situación, preocuparse incluso resultaba divertido.
(¡Ah…! ¡Soy feliiizz…!)
- Eh, Kisaragi, ¿estás atendiendo?
- ¡Ouch!
La enorme escuadra que le lanzó directamente a la cabeza el profesor de matemáticas
hizo bajar a Fuuka de su nube en seguida. Además le golpeó con una de las esquinas.
- ¡Profe...!
Después de su brusco regreso a la realidad, Fuuka alzó la vista para mirar al profesor
con los ojos algo llorosos.
- ¿En qué demonios estás tan encantada? ¡Si no tienes ganas de hacer clase, ya
te puedes marchar!
El profesor señalaba con otra escuadra gigante a un problema escrito en la pizarra. Al
parecer Fuuka no se había dado ni cuenta de que le acababa de preguntar.
- Lo siento…
Se levantó y se dirigió a la pizarra para resolver el problema.
Hacer enfadar a un profesor en medio de clase, desde luego era algo de lo más
vergonzoso en una escuela de renombre como lo era la academia Cross.
Cuando sonó la campana que señalaba el final de la primera ronda de clases de la
mañana, todos los alumnos fueron corriendo a comer. Fuuka se acercó al lado de
Kanae, y abrió alegremente la caja con la comida que había comprado.
- ¿Fuuka, el plan te salió bien, verdad? No hacías más que sonreír en medio de
clase…
- Ehehehe….
Tal y como había prometido a Ruka y los demás, no podía decir nada de lo ocurrido
la noche anterior, ni siquiera a Kanae. Pero almenos creyó que sí podía contarle que
había conseguido llegar a la habitación de Kaname. Por supuesto, lo que no le contó
fue que había recibido permiso para entrar y salir del dormitorio de la luna siempre
que quisiera.
Por supuesto, el tema principal de conversación durante la hora del almuerzo fue
sobre el día de Saint Chocolate. Allá donde fuera oía no más que esa palabra por
todas partes.
- ¡Yo se lo daré a Ichijou-sempai!
- También me gustaría dárselo a Aidou-sempai…
- Eeh… ¿Pero para ése no hay mucha competencia?
- Yo, sin duda a Shiki. ¡Es tan guapo…!
Al oír las conversaciones de sus compañeras, a Fuuka le invadió un sentimiento de
felicidad incontenible.
(Tanto al Aidou-sempai como al Ichijou-sempai como al Kain-sempai de los que habláis, yo
ayer, les conocí personalmente y hablé con ellos… jejeje)
Además le dijeron que viniese a verles cuando quisiera.
Por supuesto que una cosa así no podía decírsela a nadie.
(Sin duda, ¡cuánto me alegro de haber ideado ése plan…!)
Orgullosa de sus propias acciones, Fuuka continuó masticando su bocadillo llena de
satisfacción.
* * *
El viento nocturno era frío como el hielo, y el halo blanco de su aliento al caminar se
fundía en el aire.
- Lo siento, Kanae… Sólo una vez más, sólo una...- Metida en su grueso abrigo,
Fuuka susurró hablando sola ésas palabras para su amiga, que ya dormía,
mientras se dirigía al dormitorio de la luna. – Hoy Souen-sempai me dijo que
vendría a abrirme la puerta principal… Me pregunto si todo irá bien, si me
pillaran ahora sería lo peor…
Sus pequeños zapatitos dejaron de moverse de repente.
(Podría ser que no fuese así… Los alumnos de la clase diurna y la nocturna están siempre
separados. Quizá el hecho de que me invitaran a venir cuando fuera fue pura cortesía… Ya
que ayer me lo pasé tan bien…)
- Pero… ¿Acaso fui yo sola la que se divirtió?
El día anterior, poder terminar lo que se planteó sin molestar a nadie y sin ser
castigada sin duda había sido cosa de suerte. Además, encontrarse con Kaname había
sido un milagro de ésos que ocurren sólo una vez en la vida.
- Seré idiota… Venga, volvamos a la habitación.
Al darse la vuelta para cambiar de dirección, golpeó una piedrecita en el camino, que
salió volando unos metros y tintineó contra el suelo.
- Ah…
Tras la puerta que se abrió de repente, apareció una sirvienta que le hizo una
reverencia con tremenda cortesía.
- Fuuka Kisaragi-sama. Por favor, pase.
Tras la solemne puerta, pudo ver de nuevo el dormitorio de la luna… Al observarlo,
su lujosa construcción con sus luces encendidas incluso en plena madrugada, parecía
sin duda un castillo donde no existiese la noche.
- ¿Habrán acabado ya las clases? Espero que todos hayan tenido ya tiempo de
volver al dormitorio…- Por no molestar, fue entrando lentamente procurando
no hacer ruido con sus pasos.
Justo en el momento en que alzó el brazo para llamar a la puerta, una figura apareció
de repente ante ella.
- ¡Vaya! Sí que has venido.- Ruka le abrió la puerta en señal de bienvenida.
Ruka había llegado en el momento tan justo que Fuuka, que apenas había tenido
tiempo de prepararse mentalmente para la situación, tragó saliva, nerviosa.
- Eh… Esto…Buenas noches…
En el interior del dormitorio de respiraba un hogareño calor muy agradable. Justo al
entrar por la puerta había un enorme lobby con una escalinata en el rincón.
- Esto… ¿De verdad está bien que me siente aquí?
Ruka asintió y se dirigió al segundo piso. Fuuka empezó a mirar para aquí y para allá,
inspeccionando el lugar. Al ver el sofá que había en la sala, decidió sentarse a pesar
de la tensión que le recorría el cuerpo.
Tras esperar un poco, Ruka regresó con Ichijou, Aidou y Kain. Todos ellos eran tan
increíblemente guapos, que sólo con mirarles parecía que el clímax del lugar se
embellecía.
- Aah Fuuka, bienvenida. Qué bien que te hayas pasado por aquí.- Al lado de
Ichijou, que le dedicaba a la chica una radiante sonrisa, apareció como de la
nada una sirvienta que sirvió unos dulces y té para todos.
- Oh, buenas noches a todos, bueno, espero no molestar… Es que ya que fui
invitada, pues he pensado en que podría venir y… bueno, aquí estoy. –Dijo
levantándose de repente y agachando la cabeza.
- Como he pensando que igual venías, he pedido que hicieran terminar las
clases algo más pronto hoy. – Dijo Ichijou – Venga, siéntate. – Le ordenó con
una sonrisa.
- Relájate, estás en tu casa. – Asintió Kain con una expresión algo brusca, y un
tono duro que no parecía encajar con sus palabras.
- Eso, eso. Te hemos invitado nosotros, así que no tienes que preocuparte de
nada.
- ¡Muchas gracias!
Para la nerviosa y tensa Fuuka, la pequeña y clandestina fiesta nocturna acababa de
empezar.
- Eh... Esto… ¿Todos vosotros estudiáis hasta muy tarde en la noche, verdad?
Cuando vengo aquí… siempre están todas las luces encendidas…
La ingenua de Fuuka, que ignoraba que todos los alumnos de la clase nocturna fuesen
vampiros, simplemente pensaba con inocencia que era algo “Admirable”. Además, a
pesar de que había entre los alumnos personas de un alto rango nobiliario y familias
importantes, todos eran tratados con igualdad en ésa escuela.
- Bueno, hay gente que estudia… Pero yo por ejemplo muchas veces
simplemente leo manga.
- ¿Eh? ¿Ichijou-sempai, te gusta el manga?
- Si, claro. Lo encuentro muy entretenido.
- ¡Uaaah, a mí tambien me gusta!
- ¿Ah sí? Vaya, yo me pensaba que las chicas de la clase diurna no leían ésas
cosas; ya sabes, se supone que son serias alumnas de la Academia Cross.
- Sí bueno, la verdad es que a veces sólo puedo leerlos por la noche con la luz
del dormitorio encendida, y mi compañera de habitación suele enfadarse
conmigo…
- Ya veo, por lo visto sí es cierto que hay muchos alumnos dedicados en la clase
diurna…- Dijo Kain alargando el brazo para tomar la taza de té.
- Sí, eso parece… - Al responder, Fuuka se puso colorada. Con la dirección que
había tomado la conversación, la única de la clase diurna que no parecía seria
era ella. (Además, seguro que no piensan que una chica que por prohibido que esté
coge y se cuela saltando un muro sea una alumna muy seria y dedicada
precisamente…)
La taza que sostenía en sus manos era increíblemente bonita. El vapor que se alzaba
del té caliente tenía un dulce aroma a rosas. Sin duda era completamente diferente de
cualquier té que hubiera probado hasta el momento. Al beberlo, podía sentir el aroma
deslizándose por su garganta, que luego se extendía por todo su cuerpo.
- ¿Quieres unos dulces, también?
- Ah, sí, gracias.
Mientras le iban ofreciendo comida y té, Fuuka lanzó una mirada furtiva a Aidou.
Éste era el único que no había abierto la boca desde que se había sentado en el sofá.
(A pesar de su aspecto amistoso, es posible que quizá sea algo tímido… Y por eso no parece
querer hablar conmigo…)
Aunque más que eso, lo que le preocupaba principalmente era que no veía a Kaname
por ninguna parte. (Mira que pensaba que si venía podría verle una vez más…). Ruka notó
el leve suspiro de la joven al pensar eso.
- ¿Pasa algo?
- Esto… Kuran-sempai… ¿Podría ser que estuviese descansando ya?- A pesar de
que susurró éstas palabras para que tan sólo Ruka pudiese oírlas, pareció que
pudo llegar a los oídos de todos los asistentes de la sala.
En ése momento todos ellos se quedaron quietos como estatuas, y en un instante, el
cálido lobby pareció enfriarse como el hielo.
(¿Qué…?el aire se ha enfriado de repente…)
Fuuka se preguntaba si el hecho de sentir el frío empíricamente en su piel sería cosa
de su imaginación.
- … Déjalo. – Kain dirigió una mirada acusadora a Aidou. Éste le giró la cara y
con un gesto de asco miró a Fuuka y abrió los labios para pronunciar:
- Oye, a ver, a ti que te pasa con Kaname-sama. – Dijo mirándole con unos ojos
llenos de sospecha. El aire de la sala, helado, resultaba incluso cortante.
(Vale que Aidou-sempai se haya enfadado, pero… ¿Sólo por eso es normal que sienta que de
repente hace éste frío?)
Fuuka no era capaz de entender el motivo de la afilada mirada de Aidou. Ésta
respondió a su pregunta mientras tiritaba.
- E… esto… sólo quiero darle las gracias por lo del otro día…-
- ¿De verdad es sólo eso?
- Venga, va, no pongas esa cara tan terrorífica, Hanabusa. Joder, de verdad eres
un fan del presidente Kuran, ¿eh? Con solo que salga su nombre en la
conversación ya te pones a la defensiva.
- ¡Yo no soy una persona tan simple! No te creas que lo hago por eso, no me
jodas, Akatsuki.
- Aidou, cálmate. Mira, has asustado a Fuuka… Pobrecita.- Tras la intervención
de Ichijou, Kain se dio la vuelta hacia ella y le sonrió.
- Perdona. Ya ves que Hanabusa no quiere compartir al presidente con nadie
más. – Bromeó guiñándole un ojo. Al ver eso, Aidou, que se mostró
claramente herido, apartó la mirada y se dio la vuelta.
(Eeh… ¿soy yo, o el motivo de que Aidou-sempai se haya enfadado es simplemente que he
hablado sobre Kaname-sama?)
No entendía demasiado el motivo de su repentino enfado, pero quizá, pensó, había
sido algo imprudente con sus palabras. Ruka, que hasta ahora había permanecido
callada contemplando la situación, abrió por primera vez la boca con un tono amable.
- Kaname-sama ya está descansando en su habitación. No te preocupes, yo le
diré que has venido, ¿Vale?
- Vale. Muchas gracias… -Fuuka, que se relajó al volver a sentir de nuevo el
calor propio del aire del lobby, se puso blanca como el papel al mirar la hora.
- ¡Dios mío! ¿Ya es tan tarde?
Siguiendo el gesto de Fuuka, todos miraron el reloj e Ichijou, con un gesto algo
apurado, inclinó la cabeza.
- Será mejor que vuelvas ya al dormitorio del sol… ¡Perdona por tenerte aquí
hasta tan tarde! Por un momento se nos ha olvidado a todos que eres alumna
de la clase diurna.
- Oh, no no, no os preocupéis, si me lo he pasado muy bien. Perdonad por
ponerme a hablar y perder la noción del tiempo. – Fuuka se alegraba de que
Ichijou siempre le dedicara esa amable sonrisa. Sin duda era una persona muy
adulta y seria; tanto que, sin darse cuenta, acababa haciendo que todo el
mundo le respetara. (Será por eso que le eligieron vicepresidente del dormitorio…
Seguro. Es muy responsable.)
Poniéndose el abrigo que Ruka amablemente le trajo de vuelta, Fuuka se inclinó ante
todos por última vez.
- Muchas gracias, me lo he pasado muy bien hoy.
- Nosotros también, estaría muy bien que te pasaras por aquí otra vez.
- Eso eso, vuelve por aquí. Te estaremos esperando.
- Kain, Ichijou. Acompañad a Fuuka hasta la salida; no es bueno que una chica
ande sola por ahí a éstas horas de la noche.
- Vale. – Junto a Kain, que le guiñaba un ojo a la chica, Aidou puso cara de
pocos amigos.
- Yo no quiero ir.
- No me sirve que me digas eso; es peligroso que vaya sola, ¿Verdad? Aidou,
esto es una orden de Kaname-sama.
- … Oye, tú. No uses el nombre de Kaname-sama para lo que te plazca.- Se
quejó Aidou de las palabras de Ichijou.
Sin embargo, en un segundo se puso al lado de Fuuka y le sujetó del brazo.
- Venga, vamos.
- Bueno, pues… ¡Hasta la próxima!- Siendo arrastrada por Aidou hacia la salida,
Fuuka se dio la vuelta por última vez para saludar con la mano a Ruka e
Ichijou, que le devolvieron el gesto con amabilidad, despidiéndose.
- Uy, hace bastante fresco… ¡Por cierto! Kisaragi, ¿Te encuentras bien?
- Eh… ¿Yo?¿Por qué?
- No sientes que te pesa mucho el cuerpo, o te entran escalofríos… ¿Nada de eso
últimamente?
- Eh… no, estoy bien. ¿Por qué?
- Vaya. No, no. Por nada. – Había notado una nota de preocupación en el tono
de Kain.
- ¿Tendría que preocuparme por mi salud por algo…?
- Oh, no. Es sólo que hace frío, ya sabes.
Aidou, que seguía caminando sin abrir la boca, dirigió la mirada por un instante a
Kain y en seguida apartó la vista. Ni siquiera se paró a mirar a Fuuka.
(Parece que por lo visto sí que a Aidou-sempai no le caigo demasiado bien…)
A simple vista Aidou parecía una persona muy simpática y sociable, además de que
tenía muchísimas fans entre las alumnas de la clase diurna.
(Pero parece ser que concretamente a mí me odia.)
Siguió caminando tras de él mientras contemplaba su espalda. Kain reparó en el
gesto pensativo y algo triste de Fuuka.
Mientras tanto, en el lobby del dormitorio del sol.
Cuando Fuuka se marchó del lugar, automáticamente la expresión del rostro de Ruka
se enfrió por completo. Parecía ahora una auténtica muñeca, carente de calor y con la
mente completamente en blanco. Un rostro que muy seguro, la joven humana se
hubiese asustado al ver. Sin embargo, ésta ya no estaba. No había necesidad de crear
falsas apariencias.
- Ruka, ésa cara da miedo.
- … Será que sólo estoy cansada, Takuma-sama.
Éste le dedicó una leve mirada algo intrigada, y en seguida apartó la vista.
- Yo me lo he pasado bastante bien, que sea dicho. Entonces, yo me voy ya a
informar a Kaname de todo esto y me iré a descansar. Buenas noches, Ruka.
- Buenas noches.
Ruka, que se había quedado sola, contemplaba en silencio la oscuridad de la noche
que se extendía al otro lado de la puerta, todavía abierta.
- Ésa chica… No da cuenta de nada, ¿Verdad? – Hablando sin demasiado
énfasis, se sacudió la melena con la yema de los dedos y se fundió con la
oscuridad de la habitación. No había nadie que oyese su susurro. – Me da
tanta pena….
En el murmuro que pronunciaba ésas palabras no había ni un solo atisbo de empatía ni sentimiento.
Estaba claro… Para Ruka, no había ningún motivo para compadecerse de “ella”.

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Pzz listo!! Bueno patry, de http://lasparanoiasdepatri.blogspot.com/ grax por contestarme en yahoo, y gracias por afiliart a mi blog, ya yo lo hice en el tuyo y comente en tu video del Vimto ^^ Pronto les avisare a todos cuando comience a subir mi continuacion q toy haciendo d SCC!!

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